Miel, incienso y mucha pasión

Madurai, unión de cuidad y pueblo, Cuidad de miel, la llaman. Ciudad de las mujeres también. Orden y desorden. Como en los demas sitios que hemos estado, la cuidad es un caos dentro de un orden. Me encanta observar los tenderetes, las caras de la gente, como viven. a veces con mucho respeto, meto la cabeza en alguna casa. Son austeras, con pocas cosas pero no quieren mas. hablamos con ellos, Intentan entendernos. nos llevan. Las mujeres nos observan, los niños juegan con nosotros y los hombres a veces ni nos ven. no dejamos de entrar en sus chiringuitos, en sus almacenes de inciendo, ceramica y ropa. No dejamos de asombrarnos con lo que son campaces de vendernos.Todo de mucho colorido. Oimos musica y acabamos sentados en una boda. Una chica muy joven con ojos miedosos veia como su familia agasajaba con frutas y grandes platos de comida a su futuro marido. la musica del Dholack, (Tambor), junto con las notas que salian de unas largas tropetas nos daban paz.


De noche y en plena ceremonia dentro de un templo. Todas con sharis, con los hombros tapados y a ser posible con pantalones largos. Estamos en plenas procesiones. Es obligatorio hacer ofrendas a la reina Shiva. El templo de Meenakshi es grande y la gente siente. Entramos en el templo, Austero por dentro, todo de piedra gris y sobrecargado por fuera. Descalzos sintiendo las frías piedras que contrastan con la humedad de septiembre. Observo como caminan felices las familias enteras. El olor a incienso es fuerte , la cera de las velas cae al suelo haciendo cascadas. Los tambores y demás instrumentos rompen el silencio. Los hombres sagrados, seguimos por otros con abanicos rompen nuestro paseo. Debemos darles paso. Son ellos los que mandan. Sus facciones duras, oscuras, son difíciles de reconocer debajo de ese polvo blanco que llevan en la cara. Polvo resultado de la quema de las cenizas. Su ojos están perdidos en el mundo de la religión. El silencio vuelve a nosotros y con mucho respeto, con los brazos en cruz dejamos pasar a la procesión, a la urna, a los que van con unos abanicos de pluma muy largo y a todos los seguidores. No puedo dejar de contarte que la sensibilidad esta a flor de piel y es difícil no estremecerse con una ceremonia como esta. Seguimos paseando por el templo. Una pareja de novios , ataviados con las vestimentas largas, los collares de flores y joyas , sentados en un rincón se dejan agasajar por sus conocidos. Rezan y se ofrecer a los dioses del templo. No es la única que nos encontramos. Las niñas son muy jóvenes, ellos no pasan de los 30. curiosa mezcla entre turistas perdidos, foráneos, hombres santos casi desnudos, algún despistado y algún animal corriendo entre la gente. Este templo es mas chocante de noche que de día. Las figuras de la puerta se vuelven grotescas con las luces nocturnas. ya no hay monos. Las expresiones suaves de los monjes, contrastan con sus caras extasiadas por la noche. El humo de las velas, el intenso olor de las flores, el incienso todo se convierte en una nube a veces mareante. No es tarde cuando salimos , pero hasta nosotros nos a emocionado . Dhenhiss esta extasiado. Le respetamos, incluso le descargamos de sus obligaciones aun con cierta ofensa por parte de el, pensado que se a equivocado en algo.

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