BOSNIA, MOSTAR, TIERRA DE TODOS, TIERRA DE NADIE
Cap 1 - Campamento a las afueras de Ivanika – Bosnia Herzegovina.

El campo estaba ubicado sobre una colina desde desde donde se divisaba el pueblo a unos 3 kms y los alrededores. No era muy grande. Unas tiendas de campaña, unos 10 barracones, (muy parecidas a las casetas de obra) y un edificio de hormigón donde se ubicaba el servicio medico, el almacén, el comedor y una tienda con lo más necesario, aunque siempre faltaba algo. Se calentaban con hogueras y una simple lampara, servia de iluminación nocturna. Todo cercado, como protección. Mas o menos a unos 30 Kms, estaba la capital y algunos destacamentos militares. Cuando llegó, el trigo ganaba a los arboles y el ganado pastaba con tranquilidad. Los montes eran verdes, con un gran bosque. El aire no era puro debido a la contaminación, pero pronto sus pulmones se acostumbraron a respirar ese aire cargado de minerales. Ahora, gran parte estaba siendo quemado. Atrás quedaban restos de tiempos mejores en los que Visoko fue la capital del antiguo reino de Bosnia. El Convento de Mili, de la orden de los franciscanos, se veía a lo lejos y todavía era respetado. La escuela publica se estaba quedando vacía y hoy se había decidido suspender las clases. Las carreteras estaban llenas de largas caravanas de carros, automóviles y gente andando huyendo sin destino.


Sarajevo había cambiado su imagen. La minoría musulmana había quedado reducida a la ciudad y pequeñas localidades. El hotel Hilton, base de los periodistas, era un un mero recuerdo del esplendor antes vivido. Sus estructuras al descubierto, ventanas sin cristales y paredes heridas de los bombardeos. Y todo su lujo desaparecido. Los edificios de al lado, vacíos. Calles en donde el rojo de la sangre cubría el asfalto, paredes antiguamente blancas pintadas con clamores de auxilio, desesperación, paz y libertad. Ruinas, mercados, en donde una lechuga se podía pagar a precio de oro, en donde la mafia era el rey. Tiendas cerradas. El barrio musulmán vacío. En los jardines, las tumbas se confundían con meras estatuas. Y las esquelas, decoraban las paredes de las calles Se especulaba con todo lo posible o increíble que pudiese vender. Pillajes. Iglesias llenas de amargura y pocas expectativas. El estadio, tiempo atrás joya del imperio, ahora un cementerio. Ya poco quedaba de la gran sede olímpica.

Dubrovnick. Las bombas habian partido esta ciudad historica........ Las murallas eran montones de piedras......habia barcos hundidos en el puerto y todo era de color gris. Ya poco quedaba de “la marbella Yugoslava” .Como muchas otras veces, nadie...............por las calles. Largas colas de refugiados huyendo del horror. Exodo, lagrimas. Era el pan nuestro de cada día.. No era muy grande y tampoco quedaban muchos edificios en pie. Solo un hotel con ventilación en todas las ventanas debido a roturas de los cristales por las balas. La campana de la iglesia había desaparecido. Fue fundida para armas. Los negocios casi no tenían existencias y la mayoría estaban cerrados. Ya no quedaban jardines, niños correteando, ni animales paseando. Los coches abandonados y solo......... aires de venganza. ...................